Beatriz Parreño ha sido capaz de seguir el rastro del té en sus países de origen a través de experiencias humanas convertidas en sueños para captar la esencia de este mundo y así, en estado puro, ofrecérselo a sus clientes en forma de originales, divertidas y sugerentes combinaciones.
Una infancia entre especias, pues su familia se ha dedicado siempre a la importación de las mismas y al cultivo del azafrán, ha despertado en Beatriz Parreño una intuición especial para identificar olores, sabores y sus posibles combinaciones. Cansada de los aromas a perfume en los tés que probaba y consciente de que los sabores los identificas mejor en sus lugares de origen, ha recorrido medio mundo en busca de la inspiración a través de las mejores materias primas. De su viaje a Maldivas es fruto la mezcla de lavanda con canela, los paisajes de Venecia inspiraron el rooibos con crema de tiramisú, Hong Kong despertó su interés en la combinación del Té rojo Pu-erh con frutos rojos, el rooibos Mujer Chamán está inspirado en la magia que desprenden las mujeres mexicanas y el Verde Relajante Atardecer en las tardes londinenses de reuniones familiares.
Amante de las cosas pequeñas y realmente buenas. Conocedora en profundidad de las bases de té, las mezclas que esta diseñadora de té propone a sus clientes son el reflejo de una personalidad original, divertida y chispeante. Tés visuales, singulares y placenteros donde los colores y los aromas genuinos se respetan al máximo con el único objetivo de ofrecer a nuestros clientes un té en estado puro.
Su pasión por el té y todo lo que le rodea se ha convertido en su forma de vida. Una vida plena gracias a esta bebida y a la divulgación de la cultura del té entre nuestros clientes. Queremos que probéis, experimentéis y, lo más importante, que repitáis y que sea porque os gusta, porque disfrutáis del té y de vuestro momento. Siendo así, nos hacéis disfrutar también a nosotros.